La vida infinita de las latas
El reciclaje de las latas es el proceso de transformación de los materiales para volver a ser utilizados. Así, como un fénix, las latas tienen infinitas vidas.
El proceso de reciclaje del aluminio comenzó a hacerse a principios del siglo XX y se hizo con mayor asiduidad durante la Segunda Guerra Mundial.
A partir de los 60, esta práctica se hizo muy común, debido a la popularización de las latas de refresco. Porque en el proceso de reciclaje del aluminio solo se emplea un 5% de la energía que se consume en la producción del metal nuevo. Así que no solo es más barato, sino que hace más sencilla la fabricación de nuevos materiales. ¡Todo ventajas!
Las latas de conservas pueden estar hechas de aluminio o de hojalata. ¡Las latas de hojalata están hechas de hasta un 58% de material reciclado!
Para poder hacer que nuestra lata resurja de sus cenizas, tenga vidas infinitas y se convierta en otra o un coche o incluso un avión, tenemos que separar y tirarlas en su lugar adecuado. ¿Cuál es este? El contenedor amarillo, donde también se depositan otros envases metálicos, plásticos y briks. Todo esto será separado por un potente electroimán que atrapará el acero para ser procesado.
Estos envases, aparte de ser totalmente reciclables, tienen algunos superpoderes más:
Según un estudio hecho en 2018 por Ecoembes, un 85,4% de los envases metálicos en España son reciclados.
Ref: Ecoembes